Esta parte de Getsemaní tiene bastante amplitud, comparada con la mayoría de calles, que son estrechas. Esto se explica al menos por dos razones. La primera es que era una zona de reserva de la muralla para plantar huertas -útiles en caso de asedio- pero no edificaciones, para evitar incendios y víctimas durante un ataque de piratas o corsarios.
La segunda razón es el despeje para crear la avenida, el siglo pasado. Por eso aquí se encuentran muchos lotes, antiguas bodegas o espacios amplios y casi ninguna casa alta de origen colonial. El nombre le viene de las piedras que se acumulaban en esos predios tanto para el sistema defensivo como para la creciente construcción de casas en el barrio.
En la primera entrega repasamos los predios desde el Puente Román hasta la calle Pedro Romero o la extensión de la calle de Carretero. En esta iremos de allí hasta la Media Luna. En la tercera entrega -de la Media Luna hasta la avenida Lemaitre- hablaremos de Las Botas Viejas y de la Puerta de la Media Luna, que quedaban en esta “esquina de las brisas”. También terminaremos de relatar la historia de esta avenida.
Fotografía: Edgar Hernández / Marcos Acevedo
Baluarte de la Media Luna o San Antonio
El baluarte de la Media Luna fue la primera obra de defensa de Getsemaní, para resguardar el acceso al arrabal. Después se construyó la Puerta de la Media Luna que era un formidable dispositivo de defensa. Se le conoció como San Antonio y también, en sus primeros años, como San Francisco. En algunas menciones antiguas se le llama Media Luna de Oribe o fuerte de Oribe, quizás en referencia al capitán Tristán Oribe Salazar, el más conocido con ese apellido.
Calle de Carretero, que conduce a la plaza de la Trinidad. También se le conoció como Pedro Romero y de manera popular como ‘Monte Verde’.
Por estos lados vivieron Carmen Cuadrado, Ignacia Acosta y los Guerra.
Casa de la Muralla
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Instagram: casadelamurallactg
Teatro San Roque / Taller Romerín
El teatro San Roque fue abierto el 4 de noviembre de 1939, cuando había una sala de cine en cada barrio, antes de la televisión y la radio portátil. Su primera película fue La chica del trapecio. Alcanzó a presentar cine mudo. El lote era de Dionisio Vélez y su administrador más recordado fue Mario Ramos Henao. Tenía una fachada art-decó muy particular, cuyos trazos aún se conservan. Se entraba tanto por El Pedregal como por el Espíritu Santo. Además de cine se programaban algunas otras actividades como veladas boxísticas o peleas de gallos. Allí, por ejemplo, se presentó Cantinflas el 23 de marzo de 1943.
Años después del cierre del teatro, se instaló allí el Taller Romerín, que llevaba el apellido de don Nicolás, su fundador. La entrada principal y la oficina daban hacia la calle del Espíritu Santo, donde había una reja de hierro. Se recuerda la constante llegada y salida de carros cargando material. Las puertas del Pedregal solo se abrían cuando el tamaño de la carga era excepcional. Era un taller grande, con todas las máquinas necesarias como tornos, grandes y pequeños, fresadora, máquina de soldar, dobladora, taladro industrial, fragua, yunque, etc, según nos recuerda Jesús Taborda. También se hacían trabajos de fundición, como campanas y de soldadura. Funcionó al menos desde los años 60 hasta finales de los años 80, cuando estuvo a cargo del hijo de don Nicolás.
En este predio quedaba la entrada a una construcción redonda, similar a la Serrezuela, pero de menor tamaño, que llegaba hasta la calle del Espíritu Santo. Allí se hacían peleas de gallos, veladas de boxeo y se presentaban diversos espectáculos populares. Rafael Ballestas la calificó como “el templo gallístico de Cartagena”.
Caffé Lunático
320 383 04 19
Caffé Lunático
Es un espacio gastronómico y cultural creado por la cartagenera María Delgado, quien por diez años se formó y trabajó en España y regresó a Colombia hace ocho. Es un restaurante de tapas españolas con un toque caribeño, que trabaja con productos y proveedores locales. Tiene un estudio de cocina para crear experiencias gastronómicas con turistas y locales. Algunos fines de semana organiza unas pequeñas ferias en las que emprendedores y negocios del barrio exponen y venden sus productos. Originalmente estuvo en la calle de la Media Luna, en la época de su primera propietaria, Sushell Barraza. Luego pasó a la calle del Espíritu Santo. Desde enero de 2021 empezó en esta locación, con una terraza abierta, aireada y una vista espectacular.
Teléfono: 320 383 04 19
En esta esquina funcionaba La Ola Marina, un bar del “Negro Díaz”, un ex marino. Era frecuentado por los cadetes de la Escuela Naval, sobre todo desde los viernes al final de la tarde, cuando les daban franco. No eran pocos los que intentaban enamorar a las meseras y de cuando en cuando “se armaban unas peloteras al estilo oeste norteamericano, que imponían la rápida intervención policial”, recuerda Rafael Ballestas en su libro de recuerdos sobre Cartagena.
Hotel Getsemaní Cartagena Luxury
304 556 28 79
Juan Valdez