Esa vida de barrio que se construye entre todos

CULTURA VIVA

“¿Estás loco? ¿Proteger la sentada en el pretil, las carretillas y los juegos de mesa?” Eso podrán preguntarse algunos. Y la respuesta es un sí rotundo. Se puede y se deben proteger. La vida de barrio de Getsemaní es una de las más ricas y con mayor historia que pueda encontrarse en toda América Latina. Y en tiempos en que a veces parece estarse yendo como el agua entre los dedos justo es cuando se la debe no solo preservar -que no es un esqueleto de dinosaurio en un museo- sino mantenerla viva todos los días.

A eso le están apostando un grupo de getsemanicenses, encabezados por la socióloga Rosita Díaz de Paniagua; a proteger formalmente la vida del barrio de Getsemaní mediante la declaratoria de un Plan Especial de Salvaguardia (PES). Esto conlleva un estatus legal y le genera obligaciones a las autoridades, al sector privado y a los propios habitantes del barrio para mantener viva esa manifestación cultural, que ahora se considera tan importante como preservar monumentos y bienes materiales.

Bueno, ¿y eso cómo se logra, siendo que ese concepto de vida de barrio es algo tan cambiante y tan difícil de concretar, aparentemente?

“Es necesario aclarar que el concepto de barrio como unidad urbana primaria surge a finales del siglo XVIII, porque en los siglos anteriores, existían el arrabal, el alfoz o la parroquia. Hay que hacer un recorrido para mostrar cómo era este espacio durante aquel tiempo y entender que las parroquias fueron parte fundamental en su configuración. Existe un censo del siglo XIX en el que las calles de todo el Centro Histórico tenían nombres de santos porque las cosas giraban alrededor de las iglesias. Es decir, fueron las primeras manifestaciones. Ya en el siglo XX sí comienza aparecer el concepto de barrio, pero de los años 70 para adelante empiezan a ocurrir cosas y cambios en Getsemaní como el traslado del mercado público a Bazurto”, dice Díaz de Paniagua.

“Se trata de identificar los escenarios donde transcurría la vida de barrio, tanto en lo privado como en lo público. Por ejemplo: la función que cumple la plaza de la Trinidad es muy diferente a la que cumple la plaza del Pozo. La Matuna es un espacio que fue parte importante de la vida de barrio. Eso era un campo y ahí jugábamos béisbol. Allá también se enfrentaban los muchachos de San Diego con los de Getsemaní, en peleas que no pasaban a mayor cosa. Ese espacio ya no es rescatable, pero sí se podría intentar hacer cosas de la tradición barrial en las áreas públicas como la plaza del Joe, en la antigua plaza de Telecom”.

Dormir en el atrio de La Trinidad

“Otro ejemplo: mi mamá me contaba que en la plaza de la Trinidad, cuando hacía mucho calor salían los vecinos con sus almohadas y sábanas para acostarse en el atrio de la iglesia. Eso hizo parte de la vida del barrio. Cada espacio tiene que ser explicado. Por ejemplo: ¿qué pasaba en el atrio de San Roque? Esa fue la iglesia para los que vivíamos de ese lado del barrio. Lo mismo que la iglesia de la Tercera Orden, ahí también transcurrió la vida los que vivían en los alrededores”, explica Díaz.

“La plaza de la Trinidad sigue siendo el sitio de la palabra, de la oralidad, de la transmisión del conocimiento. No sólo para los getsemanicenses, sino para los que llegan. Es donde la gente se reúne hablar. Es un sitio que tu no puedes alterar, no le puedes quitar la posibilidad de que la gente esté allí. En algún momento colocaron unas cadenas en la plaza y la misma gente del barrio las quitó porque no tenían donde sentarse a echar sus cuentos”, cuenta.

Rosita da otro ejemplo a partir de su experiencia personal, como lo podrán hacer los vecinos: los recorridos personales por el barrio. “Cuando yo salía de mi casa me recorría todo el barrio: llegaba primero a la calle de la Magdalena donde una amiga; después iba a la calle de la Sierpe a la casa de la suegra de mi hermano; luego entraba a la calle San Juan donde mi tía Josefina y recorría la calle San Antonio. Mi mamá se desesperaba en el balcón de la casa. Es posible que cuando estudiemos eso encontremos nuevas rutas establecidas por los habitantes y turistas”, dice Rosita.

“Getsemaní puede ser el barrio del cual más se ha escrito en Cartagena. Si tú escribes algo es porque quieres dejar un testimonio sobre eso, quiere decir que la gente quiere que se siga protegiendo la vida de barrio”, argumenta.

El primer PES urbano de país

“Este es el primer Plan Especial de Salvaguardia (PES) de una organización barrial urbana que se va hacer en Colombia. Y no estamos hablando de una sola manifestación, sino de muchas tradiciones y hábitos culturales que se daban en la cotidianidad. La importancia de este PES es poder conservar y proteger un patrimonio vivo y vigente. Así como la familia es la unidad de la sociedad, el barrio también es la unidad de la ciudad”, dice Rosita Díaz de Paniagua.

Todos los procesos para realizar un PES están muy claramente definidos por el Ministerio de Cultura, que exige seguir unos pasos y protocolos. Allí se define al PES como “un acuerdo social y administrativo mediante el cual se establecen directrices, recomendaciones y acciones encaminadas a garantizar la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de las comunidades y de la Nación”. También “debe ser el resultado de un acuerdo social y de un pacto administrativo. Se elabora a través de un proceso participativo entre todos los actores interesados en la salvaguardia de la manifestación en cuestión, especialmente los portadores y gestores que la practican”.

“El PES, por ser un acuerdo de gestión entre diferentes actores públicos, privados y comunitarios, genera un bienestar colectivo y un desarrollo sostenible y regenerativo. También permite reconocer derechos culturales y urbanos con carácter de exigibilidad, mejoramiento de la calidad de vida y reconstrucción del tejido social”, argumenta Rosita Díaz

“Lo primero que hicimos fue reunirnos con las organizaciones de base y líderes ante la comunidad para mirar la importancia de este proceso y armar una metodología en la que siempre prevaleciera lo comunitario. También se considera a la gente que está por fuera, pero que sigue teniendo vínculos con Getsemaní, porque esa vida de barrio se convirtió en un estilo de vida para muchísimos que ya no residimos aquí, pero que conservamos sus tradiciones y costumbres desde cualquier lugar del país, ciudad o del mundo”.

“Este proceso se caracteriza porque el análisis se hace a la luz de las dimensiones del derecho a la ciudad. También por la articulación con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y con el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP)”, señala.

“Esto representa la oportunidad de que otros barrios de la ciudad puedan mirarse en sus recorridos históricos y recuperar sus tradiciones y su patrimonio. Lógicamente esto permitirá que la planeación de la ciudad pueda hacerse, teniendo en cuenta no solo desde la organización física, sino también de los usos, costumbres y tradiciones de la gente que habita en esos espacios”, explica Díaz.

Una declaratoria y una lista clave

Un resultado fundamental de todo este proceso es conseguir la declaración de la Vida de Barrio de Getsemaní como una Manifestación Cultural Inmaterial y su inclusión en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación (LRPCI), a cargo del Ministerio de Cultura.

“Esto convertirá la Vida de Barrio de Getsemaní en un patrimonio de todos, así su preservación, protección, transmisión trasgeneracional y su revitalización serán competencia y responsabilidad de todos”, explica Rosita Díaz.

Según el Ministerio de Cultura el objetivo de la LRPCI es “ generar un acuerdo social entre los portadores, las entidades públicas de los ámbitos local, regional y nacional y otras instituciones relacionadas con la manifestación, para garantizar su salvaguardia. Por tanto, este objetivo implica la adquisición de responsabilidades conjuntas para unos y otros, con diferente grado de compromiso”.

El procedimiento formal para incluir una manifestación en la lista LRPCI es este:

  1. Postulación: es un análisis de la importancia patrimonial de la manifestación que se propone incluir en la lista. Además de algunos elementos formales debe responder a fondo en temas como Pertinencia, Representatividad, Relevancia, Naturaleza e identidad colectiva, Vigencia y Equidad. Cada uno de ellos está definido y ampliado en los respectivos manuales del Ministerio de Cultura.
  2. Revisión de la postulación: que hace el Grupo de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura.
  3. Evaluación de la solicitud: a cargo del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural. Si la aprueba les recomienda a los postulante elaborar el Plan Especial de Salvaguarda (PES).
  4. Evaluación del Plan Especial de Salvaguarda: que realiza de nuevo el Grupo de Patrimonio Cultural Inmaterial. Si lo aprueba pasa a evaluación del Director de Patrimonio. Si cumple con lo estipulado pasa a la quinta instancia.
  5. Concepto del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC): Si el CPNC aprueba el PES lo que resta es un acto administrativo del Ministerio de Cultura para incluir la respectiva manifestación en la Lista LRPCI.

Actual Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.

  • Espacio cultural de San Basilio de Palenque.
  • El sistema normativo wayúu aplicado por el palabrero Putchipu'ui.
  • Músicas de marimba y cantos tradicionales del Pacífico sur de Colombia​.
  • He Yaia Keti Oka, el conocimiento tradicional (Jaguares de Yuruparí) para el manejo de los grupos indígenas del río Pirá Paraná.
  • Carnaval de negros y blancos de Pasto.
  • Procesiones de Semana Santa de Popayán.
  • Cuadrillas de San Martín.
  • Carnaval de Riosucio.
  • Fiestas de San Francisco de Asís o San Pacho en Quibdó.
  • Encuentro Nacional de Bandas de Música en Paipa.
  • El proceso de formar y vivir como nükak baka (gente verdadera).
  • La tradición de celebrar a los ahijados con macetas de alfeñique en la ciudad de Santiago de Cali.
  • Bëtscnaté o Día Grande de la tradición camëntsá.
  • Cuadros vivos de Galeras, Sucre.
  • Cantos de trabajo de Llano.
  • La música vallenata tradicional del Caribe colombiano
  • Gualíes, alabaos y levantamientos de tumba, ritos mortuorios de las comunidades afro del Medio San Juan.
  • Manifestación cultural silletera.
  • Carnaval de Barranquilla.
  • Partería afro del Pacífico.
  • Sistema de conocimiento ancestral de los pueblos Arhuaco, Kankuamo. Kogui y Wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta.

El cuestionario PES

La comunidad getsemanicense está invitada a participar en la construcción del Plan Especial de Salvaguardia (PES) respondiendo en todo o en parte a un cuestionario para recolectar información sobre la vida de barrio. Los interesados pueden escribir a soygetsemanipes@gmail.com para preguntar o mostrar su interés en aportar y ayudar con información y sugerencias.

  1. De acuerdo con sus recuerdos o vivencias ¿dónde transcurría lo que podríamos llamar lo más significativo de la vida del barrio hasta 1978?
  2. ¿Dónde transcurrió la vida del barrio entre los años de 1978 a 2018?
  3. Para usted, ¿dónde transcurre la vida del barrio hoy en 2019?
  4. ¿Qué significado tienen o tenían cada uno de esos espacios para usted o para su círculo familiar más inmediato?
  5. ¿Cuáles fueron las funciones que cumplieron, en cada época, esos espacios identificados?
  6. Recuérdenos cuáles eran las reglas de convivencia y equidad en cada momento
  7. ¿Cuáles son esas reglas de convivencia y normatividad existentes hoy?
  8. ¿Cuáles espacios públicos eran una extensión de los espacios privados en el barrio?
  9. ¿Cuáles son esos espacios privados que cumplen funciones públicas en Getsemaní?
  10. ¿Qué rasgos de identificación y de diferenciación existen entre el usuario o residente y cada escenario?
  11. ¿Cómo eran las relaciones de vecindad en la cotidianidad, en las celebraciones, en las fiestas privadas?
  12. ¿Cómo son hoy esas relaciones en la cotidianidad y en esos mismos escenarios?
  13. ¿Cómo eran las relaciones de familia, pareja, comunidad y con el exterior?
  14. ¿Cómo son hoy esas relaciones para los nativos residentes, los residentes no nativos y los que se fueron?
  15. ¿Cuáles son los rasgos que identifican el estilo de vida Getsemanicense?
  16. Para usted, ¿cuáles considera que son los límites del barrio Getsemaní?
  17. ¿Cuáles considera que han sido los cambios más importantes en la vida del barrio en los últimos 25 años?
  18. Para usted ¿qué circunstancias explican esos cambios ocurridos?
  19. De esos cambios ¿cuáles le llenan de orgullo o satisfacción?
  20. ¿Y cuáles cambios le molestan o le desagradan
  21. ¿Qué siente que se ha perdido en el barrio en los últimos años?
  22. ¿Qué quisiera que se recuperara en relación a la vida en el barrio?
  23. ¿Para usted el barrio tiene una identidad propia?
  24. ¿Qué cosas, manifestaciones o expresiones permiten reconocer esa identidad propia del barrio?



Los recorridos para visitar gente antes de llegar a la propia casa.

Jugar la ronda en el parque Centenario con los demás niños del barrio.

Los juegos de mesa.

Los clubes sociales, sus bailes y costumbres.

Las carretillas que salían a vender tela, comida y el “entongue”. La manera como decoran y colocan los productos en las carretillas.

La plaza de la Trinidad como sitio de la oralidad y de la palabra.

Las iglesias y lo religioso.

El matriarcado en el barrio.

Sentarse en el pretil.