A María Josefina Yances, una socióloga apasionada por la comida de nuestra tierra le debemos la buena fortuna de que en Getsemaní se pueda disfrutar todos los días de un buen mote de queso, de una boronía o de una cabeza e’ gato, esa delicia hecha de plátano verde machacado y sofrito con tomate y cebolla. El porro que suena de fondo, el jugo de corozo bien frío y de guayaba agria te transportan a las orillas del río Sinú.
Le decían Pepina y era bien conocida en Cartagena por La Vitrola, que antes de ser el actual restaurante de lujo, en el Centro, fue una mezcla de bar, bohemia, tertulia y cocina de amigos. Eso fue a principios de los ochenta, con otros socios. Luego en Montería, donde nació, tuvo una cevichería que llamó Sí Sí Sí y Mongo, de tapas españolas porque vivió en Barcelona un tiempo.
“La idea de este sitio es rescatar todas esas recetas que se han perdido de nuestra tradición de Córdoba, Sucre y Bolívar”, explica Christian Sepúlveda, sobrino de Pepina, cofundador y propietario. “Yo quería tener negocio propio y ella no quería tener más restaurantes”. Él recuerda que Pepina escribió el libro Me Sabe a Todo donde recopiló los sabores de Córdoba y que participó de otro llamado Colombia, Cocina de Regiones.
“Decidimos establecer el restaurante aquí, porque es un barrio tradicional aunque sabíamos que iba a ser duro que la gente llegara, por esta ubicación específica”, dice Chistian.
“Esto empezó muy básico. Las mismas seis mesas con cuatro sillas y dos pequeñas barras que hay ahora. Nos trajimos unas neveras de la casa y compramos unos platos muy baratos. Nuestra intención no era descrestar a la gente con la decoración del sitio sino con la cocina y eso es lo que hemos logrado en estos nueve años”.
“Hemos ido cambiando poco a poco y mejorando cosas en nuestras preparaciones. Al comienzo teníamos muchos platos y al final nos quedamos con lo tradicional, que es lo que la gente pedía más. La mitad son platos que de nuestra cultura caribe y sinuana como el mote de queso, la gallina monteriana y la viuda de carne, etc. El resto fueron creaciones de mi tía”.
“Tenemos diez entradas y ocho platos fuertes. Hay recetas que ofrecemos de vez en cuando como la carimañola de Bocachico, hallaca de pollo, cerdo, camarón con tinta de calamar. En diciembre hacemos pasteles de arroz, gallina y carne salada”.
“Los primeros cuatro años fueron muy duros. No nos conocían ni recomendaban mucho. Buscábamos que la gente se fuera con una grata experiencia y nos recordaran por una buena cocina. Al principio la gente que venía eran los amigos de mi tía de la época de La Vitrola. Luego empezamos con los turistas extranjeros que querían probar la comida tradicional de las casas. Aquí han venido Gabo, en 2010, Totó la Momposina, Juan Gossaín, Kate del Castillo, entre los que recuerdo primero. Una hija de Charles Chaplin se volvió una cliente regular. También los actores internacionales que vienen al Festival de Cine. ProColombia nos trae periodistas extranjeros, influencers. Somos un referente porque vienen muchos chefs a comer aquí”.
“Cuando mi tía murió fue duro por la desinformación de la gente. Quizás asumieron que el restaurante había cerrado. Me tocó llamar, visitar hoteles, empezar a traer gente para que vinieran y probaran. Murió la chef, pero el sabor y el restaurante siguieron”.
El barrio
“Con nosotros trabajan tres egresados de la Escuela Taller de Cartagena. Kendy, Wendy y César fueron los mejores estudiantes de su clase. Entraron como practicantes y se quedaron, ya hace ocho años. Germán Bustamante, el entonces director de la Escuela nos los recomendó. Por aquí pasaron por lo menos diez personas de allá. También está Ana Basilio, la señora mayor de la cocina que duró quince años con mi tía en la casa y se vino cuando abrimos el restaurante. Mi tía nos enseñó a todos a cocinar menos a Wendy que fue la última en entrar”.
“En el barrio trabajamos con la gente del IPCC, siempre apoyamos el Reinado de la Independencia dando cenas y almuerzos a la ganadora. El segundo año del restaurante atendimos a todas las candidatas. También hubo un año en el que le aportamos al bando de Getsemaní un dinero para comprar disfraces”.
Dirección: Cl. 25 #10B-6. Callejón Vargas, entre la Calle Larga y la Calle del Arsenal.
Horario: domingo y lunes: 12:00 a 4:00pm.
Resto de semana: 12:00 a 4:00pm y 7:00pm a 9:30pm.
En 2014 y 2018 la Cocina de Pepina ganó dos veces el premio La Barra y fue segundo en 2013, siempre como mejor restaurante caribe en la categoría cocina tradicional.