En el trabajo de construcción de PEMP Murallas participaron muy diversos profesionales cartageneros. Tres de ellos nos acompañaron en un conversatorio en el que también participó Mónica Orduña Monsalve, coordinadora de este PEMP desde el Ministerio de Cultura. Ellos fueron el getsemanicense Salim Osta Lefranc, quien se encargó del patrimonio mueble; Gina Ruz Rojas, quien hizo parte del equipo que trabajó con comunidades; y Claudia Rosales, quien estuvo al frente del patrimonio inmueble.
Si en algo coincidieron los cuatro fue que el gran reto ahora es implementar este PEMP. La herramienta normativa ya está, pero hace falta desarrollarla en muchos de sus frentes.
Es cierto que la emergencia mundial por Covid 19 se metió en la mitad de este proceso, que ya debería tener más avances. Por una parte impidió el flujo normal de procesos y reuniones. Por otra, la incertidumbre económica y el parón turístico implica menos recursos disponibles para todo lo que es posible y necesario hacer.
Uno de los frentes de trabajo es la articulación con otros instrumentos institucionales y legales. Ya se ha dicho que las parte del sistema de fortificaciones que está en la bahía y su área de influencia requiere su propio PEMP. Pero también el Centro -incluido Getsemaní- requiere el suyo. Aún no se ha actualizado el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que es el gran orientador del desarrollo urbano de la ciudad y que debe armonizarse con los distintos PEMP.
“En su aspecto normativo la implementación ha estado dinámica, pero en lo demás temas fundamentales para la conservación está todo por hacer. La implementación de los PEMP es un desafío tal vez mayor que su misma construcción”, describe Mónica Orduña.
“Además, el escenario Covid y Post-Covid nos obligará a hacer uso de nuestro mejor ingenio como profesionales para sacar esto adelante. Hay también un trabajo permanente con las entidades locales. En este aspecto ha habido intermitencia debido a los cambios que se han presentado en los últimos años en la administración local, Cada cambio implica retomar un proceso que no es sencillo. Esto ha causado que en algunas ocasiones se estanque el trabajo o haya que comenzar de ceros”, agrega Mónica.
Para Gina Ruz hay un gran reto en reactivar proyectos suspendidos por la pandemia como temas educativos, de corredores culturales o de apoyo a espacios deportivos y recreativos de las comunidades. “El grueso de los proyectos está sin iniciar. Hay un instrumento muy bien pensado, discutido y trabajado, pero es clave que las comunidades puedan ver los frutos concretos de todos esos espacios en los que hubo discusión, propuestas, cartografía social y construcción colectiva”.
“Hay propuestas muy importantes para reforzar el lazo de los cartageneros con nuestro patrimonio, que a veces sentimos ajeno y queremos saber qué están haciendo con él. Se puede empezar desde los proyectos más pequeños, para ir avanzando en paralelo con los macro, que requieren otras articulaciones y recursos”, complementa Gina.
Salim Osta está de acuerdo con el enfoque de comenzar ya con los proyectos más viables en el corto plazo. Esos que requieren más de voluntad que de recursos, que por ahora no hay o son muy escasos. En paralelo -propone- hay que ampliar las capacidades para buscar recursos y diseñar estrategias diferentes que permitan ir generando algunos programas y proyectos de mayor alcance.
Para Salim es el tema de patrimonio mueble “para comenzar tenemos que hacer un sistema integrado de conservación, que es la hoja de ruta a veinte años para que se puedan desarrollar todos los demás programas”. El otro gran reto es fortalecer la difusión del PEMP y sus potenciales. Para ello propone apoyar la labor que viene haciendo el equipo de la puesta en valor de la Escuela Taller Cartagena de Indias.
Claudia Rosales añade que la divulgación es fundamental, “pero no solo con la ciudadanía sino con las instituciones, que no siempre lo tienen claro y lo dominan a la perfección. Es importante que se entienda que ya está en marcha”. Respecto de los bienes inmuebles llama a trabajar en las tareas de mantenimiento preventivo y correctivo que ya están en el PEMP. “No debemos bajar la guardia con eso. Hay metas pequeñas que ya se iniciaron y no deben frenarse”.
También resalta la importancia de desarrollar el PEMP del Centro Histórico en un trabajo mancomunado entre la Nación y el Distrito. “No podemos seguir esperando, hay que apretar el paso porque en la ciudad se percibe que hay un instrumento para una cosa y otro para otra, pero no se entiende la unidad que debe haber entre ellos”.
El presente artículo y el previo fueron escritos a partir de distintos documentos del Ministerio de Cultura, del PEMP Murallas (resolución 1560 de 2018) y sus instrumentos de divulgación, y de otros PEMP como el del Centro Histórico de Bogotá y el del Paisaje Cultural Cafetero. Tiene un carácter divulgativo, por lo que explica en palabras propias y de fácil comprensión, algunos elementos técnicos de esos documentos. También incluye elementos de contexto local y global que no están incluidos en esa documentación. Cualquier imprecisión corresponde a esas circunstancias y no compromete a las instituciones oficiales a cargo.
Créditos de imágenes: Ministerio de Cultura y Escuela Taller Cartagena de Indias
Corona: es una obra de fortificación compuesta por un baluarte completo central, del cual se extienden dos cortinas de lado y lado, unidas a su vez a dos medios baluartes en sus extremos.
Baluarte: es la parte de la fortificación que sobresale del circuito. Generalmente su forma es triangular y como su nombre lo indica, es el componente principal de la fortificación abaluartada.
Rastrillo: tipo de puerta hecha con estacas de madera a modo de reja. Era común para delimitar las diferentes partes de una misma fortificación.