Foto: Fotografía: Jaime Espinosa

A comer en la Trinidad

SABOR A MI

A eso de la seis de la tarde la plaza de la Trinidad empieza a cambiar. Muchos de los vecinos del barrio que la frecuentan todas las tardes se levantan después de haberse refrescado. También comienzan a llegar más turistas. Un par de horas antes que ellos ya se han instalado las ventas estacionarias de comida rápida, que desde temprano deben tener listos sus ingredientes, fogones y utensilios.

Es una opción para picar, pero también para una cena a bajo costo, sobre todo para los turistas. Desde los tradicionales fritos, las picadas de patacón o las hamburguesas. Ramiro Morelo, getsemanicense, cuenta que “las ventas estacionarias iniciaron desde la época del traslado del Mercado Público (1978). Para poder sostenerse y sobrevivir mucha gente del barrio comenzó a tener sus negocios, no solo en la plaza de la Trinidad, sino en las diferentes calles. La transformación que ha sufrido el barrio ha ayudado a que los vecinos afiancen sus negocios y tengan una salida económica. Recuerdo que las primeras en tener negocios acá fueron la señora Pachita y luego Maribel”. 

Los extranjeros se han convertido en los principales compradores de comida, tanto por su economía como por su variedad, concentrada en unos cuantos metros cuadrados. Así lo ratifican algunos vendedores. “Recuerdo que un día vino una pareja de mexicanos comprando una hamburguesa pequeña con doble carne. Cuando le entregamos el pedido no podían creer que esa hamburguesa tan grande tuviera ese precio y fuera tan exagerada”, explica Johyner Gaviria, propietaria de una estación de perros calientes y hamburguesas. 

La gran mayoría de los vendedores estacionarios son getsemanicenses o viven en el barrio. Además, varios de esos negocios han sido heredados por familiares. Es el caso de Gilmer Castillo, un vendedor de pinchos que lleva más de dieciocho años en la esquina de la tienda del Guerrero. “Este negocio lo inició mi vieja cuando Getsemaní no era nada, estábamos los mismos del barrio. El negocio antes era más pequeño, pero lo hemos ido remodelando”, cuenta Castillo.  

 

Venta de fritos - Santander Gaviria

“Inicié mi venta aquí en 1995. Siempre he vendido bofe, chicharrón con yuca, empanadas y fritos en general. Mis precios van desde $2,000 a $4,000 pesos. Soy getsemanicense y este negocio le ha ayudado mucho a la economía familiar”.

Fotografía: Jaime Espinosa

Los fritos de la plaza - Arístides Madero Pájaro

“Aquí en la plaza tengo dos años y medio. Mi familia es getsemanicense. No puedo decir que tengo mejores clientes porque aquí llegan todos: extranjeros, nacionales y locales. Para nosotros todos los clientes son especiales. Aquí vendo más que todo lo tradicional, que es arepa de huevo, carimañola, papa de huevo y carne, empanada de carne, jamón y queso, vegetariana, ranchera, y los deditos de queso y salchicha a $2,000 pesos”.

Fotografía: Jaime Espinosa

Venta de pinchos - Gilmer Castillo

“Aquí ofrecemos pinchos de carne, pollo, mixto de pollo y butifarra, mixto con carne, pollo y butifarra, que cuestan $4,000 pesos. También mazorca con queso, mantequilla, chorizos y papa criolla. Tengo dieciocho años de estar vendiendo lo mismo acá”.

Fotografía: Jaime Espinosa

Venta de arepas paisa - Ivonne Edilia 

“Desde hace más de treinta años comenzamos con esta venta. Quien inició fue mi mamá, vendiendo arepa, chicharrón y bofe. Ahora solo estamos vendiendo arepa desde $2,000 pesos, dependiendo la que escojan. Acá cualquier día la venta es buena. Nuestra arepa especial es la colombiana que trae pollo, carne y chorizo”.

Fotografía: Jaime Espinosa.

Hamburguesas Gabriel - Fernando Hernández

“Tengo unos doce años de tener mi negocio acá. Vendo perros, picada de patacón y mazorca desgranada. Los precios van desde $5.000 que equivale a un perro sencillo a los $13,000 que es el Salvaje Gabriel. Yo recomiendo todo, pero un plato especial es el patacón con todo y las hamburguesas”.

Fotografía: Jaime Espinosa.

Venta de perros calientes y hamburguesas - Johyner Gaviria 

“Tenemos dieciséis años de tener el negocio. Manejamos una gran diversidad de comida como hamburguesas, perros calientes. El perro de la casa se llama Super House. También ofrecemos una hamburguesa trifásica que trae carne, pollo y cerdo. Los precios van desde los $6,000 hasta $16,000 pesos. Además vendemos el patacón con todo, mazorca desgranada, arepa rellena y asados”.

Fotografía: Jaime Espinosa

Efraín Ballesteros 

“Aquí vendemos hamburguesas de cerdo y de pollo con ingredientes caseros: jamón, tocineta, huevo y aguacate. También vendemos perros calientes, choriperros, picadas mixtas y tamaños familiares. Los precios van desde los $8,000 hasta los $45,000”.

Fotografía: Jaime Espinosa

Paola Ortiz Pérez - Delicias Pao 

“Tengo 12 años de tener este negocio. Aquí vendemos salchipapa, perros calientes, hamburguesas, picadas mixtas. Aunque no soy de Getsemaní, tengo 21 años de estar viviendo en el barrio. Mis clientes siempre son turistas, estudiantes de la Universidad Rafael Núñez y personas del barrio.  Los precios van desde $8,000 hasta $14,000”.

Fotografía: Jaime Espinosa.

Venta de jugos La Misericordia de Dios - Nira Hayazo

Tengo 
22 años de estar vendiendo jugos aquí. Soy getsemanicense. Inicié con un negocio pequeño vendiendo empanaditas y jugo de naranja. El precio de los jugos es de $5,000 en agua y $6,000 en leche. Mis mejores clientes son los extranjeros. La preparación que más me piden es el fruit ponch”.

Fotografía: Jaime Espinosa.

Delicias Pachi - Francisca Hoayeck 

“Inicié mi negocio hace doce años. Incluso no empezó con comidas rápidas, sino con comida mexicana. Yo trabajaba en un restaurante y después quedé sin trabajar. Luego una amiga me pidió que le hiciera una comida para su cumpleaños, pero no fue mucha gente y le quedó, así que fuimos a vender eso a la plaza. Ahí inició Delicias Pachi. Con el tiempo le incorporamos las salchipapas, perros, hamburguesas y el revolcón, que es nuestra picada popular. Los precios van desde $6,000 pesos que cuesta un perro sencillo”.

Fotografía: Jaime Espinosa

Venta de obleas - Cecilia Robles 

“Tengo aproximadamente un mes de estar vendiendo obleas y chocolates en moldes aquí. Me ha gustado mucho ofrecer mis productos acá porque se me acerca al puesto mucho extranjero, gente del interior y personas de Getsemaní, Me han comentado que no se ven muchos puestos de obleas en el centro y que les ha gustado encontrar las obleas aquí en la plaza. El precio de mis obleas es de $2,000 pesos”.

Fotografía: Jaime Espinosa.