¿Recorrer Getsemaní y comer como en la casa de uno de los vecinos del barrio? En la calle de Guerrero funciona desde hace seis años el restaurante el Buffet de la Plaza. Iván Ríos, su propietario, es un getsemanicense que se reparte entre atender a los comensales, hablar con vecinos ó recorrer las calles del barrio en su moto, con la que reparte los domicilios.
Él abrió las puertas de su casa para deleitar a propios y visitantes con las delicias culinarias de su esposa Nubia Pájaro, también una reconocida artesana.
“El Buffet de la Plaza tiene aproximadamente seis años. Este negocio nació en el espacio público, en la terraza de mi casa. Desde siempre hemos mantenido nuestras especialidades que son los asados de carne, chuleta y lomo de cerdo y pechuga. Ahora, incorporamos a nuestro menú hamburguesas, pizzas, salchipapa, picadas y platos corrientes en la hora del almuerzo”, cuenta.
“Nuestras comidas son cien por ciento con la sazón getsemanicense, porque mi esposa es de esas matronas que todavía cocina y mantiene el sabor casero. Vendemos también comida getsemanicense como pescados fritos, arroz con coco, ensalada de aguacate y patacones. En algunas temporadas vendemos arroz de cangrejo. Dentro de poco empieza a salir el crustáceo, así que incluiremos ese plato en el menú. Eso será una innovación porque ninguno de los restaurantes que están en el barrio lo venden. Además, ese arroz es algo muy de Getsemaní”, dice.
“Decidimos ampliar nuestro negocio aproximadamente hace unos dos años y medio, ahora ocupa toda la sala de la casa”, dice Iván.
Sabor del barrio
“Mis mejores clientes son extranjeros. Algo que los atrae son nuestros precios módicos. Por ejemplo, una carne asada de 200 gramos, papas fritas y ensalada por $12.000 pesos, ellos lo ven demasiado barato. Sin embargo, también llegan muchas personas locales simplemente porque este es un restaurante de barrio, aquí nadie se siente cohibido”, dice Ríos.
“Mi negocio se diferencia del resto de restaurantes porque aquí tratamos de innovar en lo que ofrecemos. Nos diferencia el sazón casero, ese que heredó mi esposa de su mamá y que viene de generación en generación. No necesitamos chef, sino el sabor de las abuelas”, explica Iván.
“El plato que recomiendo son las costillas a la BBQ. Es una salsa casera que tiene un toque secreto. Incluso, propietarios de locales de renombre han llegado aquí y les han ofrecido trabajo a mi esposa y a mi hijo, pero con la motivación de que le den la receta. Son secretos que no se pueden dar, es el éxito del negocio”, asegura.
“No solo ofrecemos nuestros servicios en el restaurante, si tienes un evento grande y quieres que te preparemos comida de mar, lo hacemos. Mi suegra es de Barú y su especialidad son los mariscos”, dice Iván.
“Mi equipo de trabajo lo conforman mis hijos, mi esposa y muchachos del barrio. A mi negocio han llegado diferentes artistas. En el festival de cine, varios actores venían a comer aquí. Entre esos está el reconocido actor Gustavo Angarita”, recuerda Iván.
Las calles en el restaurante
“En cuanto a la decoración también quise invertirle porque eso es lo que vende hoy en día. Tú caminas por las calles del barrio y ves muchos murales, varias pinturas y eso le agrada mucho a los extranjeros y visitantes. Quiero reflejar lo que se ve allá afuera, pero acá dentro. Nos diferenciamos mucho en eso: las personas se sienten como en casa, un ambiente prácticamente de barrio. No somos como en otros restaurantes que el comensal entra y se siente ajeno. Aquí llegas y te sientes como en familia. Primero, por mi forma de tratar: con plata o sin plata eres bienvenido, ya después nos arreglamos. Reitero: esto es un negocio de barrio, lo ves en los precios y eso habla mucho. Queremos que el cliente se sienta satisfecho, porque el cliente feliz, trae más clientes”, dice Iván.
“Es costumbre que entre los getsemanicenses ayudemos a las personas de la calle que son del barrio. Siendo de acá no puedo negarles nada porque se criaron con nosotros desde pequeños. Un caso en particular es el ‘Salibita’ que se asoma por la ventana y me dice: -Hermano Iván, deme un repelo de comida-. Yo saco su repelo porque es nacido y criado conmigo. Además, no estamos para negarle comida a nadie”, explica.
Domicilios y encargos especiales:
314 704 19 21.
Calle de Guerrero #29-18.
Horario: Lunes a Domingo de 10:00am -11:00pm.