Foto: Ana Gabriel García y Marcos Acevedo

Ángeles Somos: se acerca una meta soñada

CULTURA VIVA

Se trata de un proceso largo. Hace un par de años contábamos que el Consejo Nacional de Patrimonio había admitido la postulación de Ángeles Somos a la lista indicativa. Pero para ingresar a la lista representativa había que elaborar un Plan Especial de Salvaguardia (PES).


Un PES es el instrumento que describe las medidas de salvaguardia para que una manifestación cultural perviva, pues no se trata solo de declararla como parte del patrimonio sino de garantizar su permanencia enfrentando los riesgos que la puedan amenazar.


La última manifestación en lograrlo fue la cumbia, a mediados de octubre pasado, según proclamó el Ministerio de Cultura.


“La cumbia es una manifestación cultural que reúne el género musical, el baile, así como el conjunto de prácticas y tradiciones vinculadas a su desarrollo, como el vestuario, la fabricación de instrumentos artesanales, los rituales y las fiestas”, expresó en ese momento el Ministerio.


Como se ve, no se trata simplemente de enaltecer en abstracto el género musical sino las prácticas y los oficios conexos. Y en el PES que lo sustenta están descritas las tareas y los responsables de que eso suceda, incluyendo instituciones públicas de todos los órdenes y actores privados.


¡A presentación!

La buena noticia está en la carta que el Ministerio de Cultura le envió a los responsables de la postulación y que en su parte más fundamental dice:


“Agradecemos el envío del PES y felicitamos la gran labor realizada en la formulación de este Plan. (...) Se considera que el PES cumple con todos los requisitos requeridos. Por lo anterior, los invitamos a empezar con la preparación para la presentación de su PES ante el Consejo Nacional de Patrimonio”

 

Aún no está definida la fecha de la presentación. Entre el cambio de gobierno nacional y los temas a cargo de este Consejo puede haber alguna congestión para concertar la fecha específica que le corresponda al PES Ángeles Somos.


“El paso que falta es técnico: las personas que pertenecen al Consejo de Patrimonio van a dar una mirada muy integral para decirnos si las medidas que estamos proponiendo en el PES son válidas y si quieren acotarlas o corregirlas. Son personas expertas en diferentes campos de acción”, nos dice Rosita.


Se trata de representantes de ministerios como el de Cultura y Educación, Planeación Nacional, personalidades y funcionarios de los diversos estamentos de la cultura tanto a nivel nacional, departamental y municipal y representantes de poblaciones específicas.


En Getsemaní diversos líderes siguen trabajando en reuniones regulares para conseguir que el PES Vida de Barrio de Getsemaní consiga también esta inclusión, que ayudaría a que los vecinos de toda la vida puedan permanecer en el barrio y sostener sus valores comunitarios y culturales.


Nuevo eslabón

Tras más de cuarenta años trabajando en revitalizar la celebración de Ángeles Somos, la labor de Rosita y su esposo Raúl Paniagua no termina. Hace pocas semanas hicieron una ronda por pueblos de la sabana y allí encontraron un eslabón de la tradición que llevaban tiempo buscando.


“En el resguardo indígena de San Andrés de Sotavento están haciendo la narrativa de sus tradiciones ancestrales, vinculadas con la cultura zenú. Y lo que encontramos allí es que desde tiempos precolombinos también celebran el primero y el dos de noviembre el tema de los espíritus. Durante uno o dos semanas recogen plátanos y alimentos de la tierra que disponen en una especie de altar donde se supone que a las cuatro de la tarde del primero de noviembre vienen a comer los espíritus de los niños muertos y lo que ellos dejan es lo que los espíritus de los adultos vendrán a comer el dos de noviembre”, cuenta.


Este eslabón indígena se une a los de las tradiciones española y africana que ayudan a explicar esta fiesta alrededor de la comida y los valores comunitarios.


La fiesta de Ángeles Somos está emparentada con tradiciones similares en toda la América hispana, que comparten rasgos. La que recién encontraron en la cultura zenú rememora la tradición mexicana del Día de Muertos.


¿Qué es, entonces, lo específico de Ángeles Somos? 


“Que aquí se dio el salto de lo netamente religioso a lo cultural, alrededor del sancocho, que es parte de nuestra cultura culinaria. Pero además están esas cualidades, principios y valores propios de la cartageneidad como la solidaridad, el trabajo en equipo o las relaciones intergeneracionales horizontales; porque aunque el adulto transmite, enseña, acompaña y protege, los niños son los protagonistas del proceso. Es un encuentro comunitario que no requiere de un líder sino de muchísimos, porque cada comunidad, calle o grupo familiar tienen los suyos”, explica Rosita.