Getsemaní tiene una escuela de cine, algo que no todos saben. Se trata de la Escuela Productora de Cine, en la calle San Antonio. Es el resultado de los sueños de Diobeth Guerra, un arquitecto cartagenero reconvertido al séptimo arte y de Elizabeth Bonilla, convencidos de que existe todo el talento local para hacer buenas producciones.
“Uno de mis primeros filmes fue Getsemaní, la independencia de Cartagena. Entonces todavía estaba el antiguo Mercado Público. Al final nos resultó un docudrama que mostraba la miseria en la que vivía el barrio, el entorno del mercado que estaba sucio, el hecho de que hubiera niños que jugaran dados, de que aquí en Getsemaní hubiese casas accesorias que tenían solo una llave para recoger el agua. La película termina con el grito de la Independencia. Cuando el cura Umaña, trata de llamar a toda Getsemaní al Palacio de la Inquisición el grito fue: Getsemaní -¿Dónde están aquellos que lucharon?”, cuenta Diobeth.
La carrera de Diobeth siguió afianzándose y años después vino la Corporación Imagen, su empresa productora. Poco a poco se consolidó la idea de formar el talento local. De ahí surgió la Escuela Productora de Cine “por la necesidad de tener cartageneros capacitados en temas de cine. La idea es crear, fortalecer y apostarle a una verdadera industria cinematográfica con gente de la ciudad”.
“La escuela se consolidó en 2009 cuando obtuvo la licencia de funcionamiento y la aprobación de programas de competencia laboral. Ofrecemos una capacitación formal con la que queremos hacer industria. Establecimos la escuela aquí en Getsemaní porque ha sido la casa donde hemos vivido”, cuenta Diobeth.
El sueño
“Hacer producciones audiovisuales mueve todo un mercado, por eso es considerada una industria. No sólo necesitamos actores y técnicos, sino también carpinteros, herreros, mano de obra en general, médicos, abogados, entre muchas profesiones”, cuenta Elizabeth.
“Tenemos un sueño y es que aquí en el barrio haya producción cinematográfica, que los directores jóvenes hagan películas, pero tenemos que hacer una película que sea un hit para que los inversionistas vuelquen su mirada al talento cartagenero; técnico y artístico. Esto es una apuesta interesante porque queremos conformar un equipo local, pero también internacional. La Escuela juega un papel importante, porque también queremos formar a la gente, en especial a la población de Getsemaní. Estamos buscando un patrocinio que nos apoye con unas becas para getsemanisense interesados en este arte”, explica Elizabeth.
“Esta es una escuela de formación con programas académicos, diplomados, talleres, teatro de cámara. Ofrecemos varios cursos de fotografía, realización de guión, actuación y presentación de televisión. Nuestra oferta depende la época del año. Nuestra próxima convocatoria será en marzo donde proyectamos abrir el curso de realización de guión y taller de fotografía”, explica Elizabeth.
Con el FICCI
“Con el Festival Internacional de Cine de Cartagena hemos hecho varias cosas. En 2007, junto con Gerardo Nieto participamos con dos cortos en el Festikids. En 2009 inauguramos el FICCI con la película Cartagena, protagonizada por Christopher Lambert. Yo como productor ejecutivo y Elizabeth, la asistente de dirección. Fue muy emocionante porque en ahí estaba Gabriel García Márquez como invitado. Parte de esa película se grabó aquí en el barrio, en la calle Larga, donde quedó la casa del pintor Darío Morales. Además, armamos un ring de boxeo en la Plaza de la Trinidad y utilizamos Quiebracanto. Luego, 2014 se proyectaron varios cortometrajes en ‘Cine bajo las estrellas’, cuenta.
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