Este proyecto en varias fases significa devolver el camino de reformas superpuestas a lo largo de los siglos que le restaron su presencia original.
Se trata de devolverle al templo su esplendor colonial, de cuando se terminó su construcción en 1757 y al mismo tiempo, adecuarlo a los tiempos modernos, sobre todo en sus anexos con funciones cotidianas.
Las grandes reformas, como restaurar la cubierta, son muy costosas y de largo plazo. Había otras más urgentes y convenientes para que el templo cumpla en adelante su rol parroquial en condiciones idóneas y sentar bases sólidas para las siguientes etapas.
En esta primera fase –adelantada por la firma Vélez y Santander– se están interviniendo la casa cural, el salón y el despacho parroquial, la sacristía y el patio que las separa del claustro franciscano, entre los principales logros.
El patio fue uno de los retos más difíciles: una losa de concreto había tapado la luz de ese flanco de la iglesia y del respectivo lado del claustro. Mapas antiguos mostraban que tenía continuidad detrás de las actuales casas de la calle Larga hasta casi conectar con las huertas internas del claustro franciscano.
Una foto de alrededor de 1947 muestra que el patio aún existía y que el muro con el portón que lo separaba de la calle tenía algo más de un piso de alto y estaba rematado por un tejadillo corto y una pequeña cornisa. Todo ese aspecto se va a recuperar.
Preservar la fe
La obra fue posible por un convenio de cooperación entre el Proyecto San Francisco -que construye el vecino hotel Four Seasons- y la arquidiócesis de Cartagena, que recibió el inmueble hace unos cuatro años de manos de la Armada Nacional. El templo no hace parte del complejo hotelero ni lo hará en adelante
El Proyecto San Francisco ha ofrecido su intervención atendiendo al pasado común como parte del convento original, por su carácter de Bien de Interés Cultural del Orden Nacional -BICN- y por la vecindad con el hotel.
Es un trabajo de preservación de un patrimonio que es al mismo tiempo nacional pero también muy local porque esta es una iglesia que nunca ha dejado de cumplir su papel religioso, cuando otras perdieron esa función. Posiblemente ocurrió así porque dependía de los aportes y dádivas de los creyentes, que contribuyeron a mantener la iglesia activa y en sus funciones de culto sin interrupción.
Como BICN su intervención está regulada por una normatividad expresa y acompañada por entidades del orden nacional y distrital, en particular el Ministerio de Cultura y del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena de Indias -IPCC-.
Algunas otras obras del proceso actual no se perciben a simple vista pero se está avanzado en ellas, tales como:
Espadaña
Estaba fracturada y amenazaba con caer al suelo. Fue restaurada por completo y reforzada estructuralmente. Se le reconstruyó un balcón interno desde donde se maniobran las campanas y su respectiva escalerilla.
Casa cural
La anterior era una construcción de pocas décadas atrás, con materiales y ejecución sencilla, sin un valor patrimonial o arquitectónico. Se rediseñó y reconstruyó para que los párrocos tengan una vivienda confortable, práctica y moderna, sin excesos.
Se retiró una escalera de concreto y se puso una nueva de metal que en el futuro podrá ser retirada si hace falta, sin afectar la estructura colonial entre la casa cural y el despacho parroquial. A esos muros antiguos se les cambiaron los pañetes por unos más idóneos y se reforzaron donde hacía falta.
Patio
Separaba el templo y el convento franciscano desde la Colonia.
Se demolió una placa de concreto para restituir el patio que les da luz y aire al templo, a la casa cural, al salón comunal y a algunas habitaciones del hotel que funcionará en el claustro franciscano.
Allí se ubicó una nueva escalera que da hacia el coro del templo, más segura y de mejor estructura.
Vigas, entablado y artesonado
En la casa cural y la sacristía se reemplazaron muchas piezas de madera estructural porque las originales estaban muy deterioradas y en no pocos casos su espesor y longitud eran incorrectos para todo el peso que deben soportar. Esto implicó desmontar casi toda la estructura y volverla a armar con las piezas correctas.
Las vistas desde la casa cural
A la calle Larga, al Centro Histórico, al templo de la Tercera Orden (una foto)
El acceso al despacho parroquial
Abajo de la escalera contemporánea -que se podrá retirar en un futuro si resulta necesario- están los arcos coloniales recuperados, que habían quedado ocultos tras varias reformas.
Sistemas eléctricos
Las distintas luminarias representan el trabajo invisible para renovar por completo el sistema eléctrico y de aguas, incluyendo bajantes.