La Avenida Daniel Lemaitre, antes llamada la Avenida Roberto Urdaneta Arbeláez, es una de las arterias más emblemáticas de Cartagena de Indias, pero su historia va más allá de ser un simple camino urbano. Esta avenida fue diseñada como parte de un ambicioso plan para modernizar la ciudad y facilitar su expansión. Nombrada en honor al compositor del himno de Cartagena, la avenida no solo conectó importantes zonas de Cartagena, sino que también simbolizó un periodo de transformación y crecimiento en la ciudad.
En tiempos no tan lejanos, lo que hoy conocemos como una importante avenida era en realidad un campo de juego, conocido popularmente como el "Campo Grau", donde se jugaba fútbol y béisbol. Este espacio, frecuentado por generaciones pasadas, sirvió como el lugar de encuentro para jóvenes deportistas, incluyendo al padre de uno de nuestros entrevistados.
Hace unos 60 años, en el lugar donde ahora se encuentran edificios y comercios, estaba ubicado el almacén de automóviles “Autobol”, un negocio emblemático en su época. Este almacén, frente a la actual María Auxiliadora, representaba un símbolo de modernidad y progreso para los cartageneros. A medida que la ciudad crecía, la Avenida Daniel Lemaitre fue sometida a un cambio significativo. Antes de ser conocida por su actual nombre, la calle era un lugar menos transitado y menos desarrollado, con buses que pasaban ocasionalmente y una estructura que no reflejaba el bullicio que hoy caracteriza la zona. En la época dorada de la avenida, había puntos de referencia como los cines Capitol, que, aunque no sobrevivieron más de una década, fueron parte importante del entretenimiento local.
En el pasado, la avenida también albergaba establecimientos populares, como “Las Vegas”, una discoteca que atraía a numerosos visitantes en las noches. Este tipo de lugares solían ser el centro de la vida nocturna y social de los jóvenes de la ciudad. Un punto clave en la vida social de la época era la droguería “La Selecta”, un establecimiento que funcionaba como un punto de referencia para la comunidad, que facilitaba el encuentro de personas.
Hoy en día, la Avenida Daniel Lemaitre ha evolucionado hasta convertirse en una vía principal llena de vida y actividad. Desde el momento en que uno se aproxima al Parque Centenario, el viaje comienza con un laberinto de los famosos libreros, por un lado; por el otro, estacionarios de taxis que se alinean a lo largo de las aceras. Sin embargo, actualmente, en esta avenida, se puede evidenciar congestión vehicular abrumadora, revelando el caos urbano en su máxima expresión. La falta de una infraestructura adecuada para manejar el volumen de tráfico intensifica el desorden. Este caos vehicular no es un fenómeno aislado, sino el reflejo de problemas estructurales más profundos. La avenida no solo enfrenta un desorden evidente, sino que también está afectada por una realidad socioeconómica complicada.
Este panorama complejo se ve acentuado por la presencia de vendedores ambulantes que se mezclan con los transeúntes, creando una vibrante pero caótica atmósfera. La dinámica social de la Avenida Daniel Lemaitre refleja una ciudad en la que la informalidad económica es una realidad cotidiana. A pesar de los desafíos, la avenida sigue siendo un testimonio del espíritu resiliente de Cartagena. Los negocios pequeños luchan por prosperar en medio del desorden, y los residentes encuentran formas creativas de adaptarse a las dificultades diarias.
La Avenida Daniel Lemaitre es testigo de la vibrante vida urbana de Cartagena, pero también refleja los desafíos y las tensiones inherentes a una ciudad en constante evolución. La combinación de un mercado bullicioso, un tráfico caótico y condiciones socioeconómicas difíciles presenta un panorama complejo que requiere atención urgente. Mejorar la infraestructura vial, las condiciones laborales y la gestión del tráfico son pasos cruciales para abordar estos problemas y para transformar esta importante arteria en un espacio que no solo refleje el dinamismo de Cartagena, sino que también proporcione una experiencia de calidad para todos sus habitantes y visitantes. La historia de la Avenida Daniel Lemaitre es, en última instancia, un espejo de la historia de Cartagena misma, una ciudad que se debate entre su rico pasado y los desafíos de un futuro en constante cambio.