La Avenida Daniel Lemaitre en Cartagena ha sido testigo de numerosos cambios a lo largo de los años. Esta carretera, que alguna vez fue un centro de actividad comercial, ahora refleja una mezcla de pasado y presente, mostrando cómo la modernización ha transformado la ciudad.
José Lacayo, un residente de la zona, nos cuenta sobre la evolución de esta avenida. Entre los puntos más destacados de su historia, se encuentra el Hotel San Felipe, una construcción histórica que ha permanecido en pie durante décadas, sirviendo a turistas y locales por igual. Frente al hotel se encontraban los almacenes J. Glottmann, conocidos por vender electrodomésticos como congeladores y enfriadores en una época en la que el contrabando dominaba el mercado de equipos de sonido y televisores. Estos almacenes, especializados también en camas y colchones, eran un referente para los residentes de la ciudad.
Otro aspecto crucial de la avenida eran los depósitos de granos. El muelle de La Bodeguita recibía embarques de maíz, sorgo y otros cereales que luego se almacenaban en grandes depósitos a lo largo de la avenida. Esta actividad comercial no solo abastecía a la ciudad, sino que también generaba un constante bullicio en la zona.
El almacén de Luis Díaz, situado en la esquina de la calle Tripita y Media con la avenida, era conocido por vender baterías y repuestos de automóviles. Luis Díaz y su familia, en particular su esposa Zoila, eran figuras conocidas en la comunidad. Adyacente a este almacén, había tiendas especializadas en el rebobinado de motores, un servicio esencial para mantener en funcionamiento la infraestructura eléctrica de la ciudad.
La transformación de la avenida se hace más evidente en la zona donde antiguamente se encontraban las bodegas y negocios que hoy se han convertido en parqueaderos. Un ejemplo significativo es el edificio de Telecom, que en su tiempo fue un centro crucial de telecomunicaciones para Cartagena. Actualmente, ese espacio es un parqueadero, sirviendo a los nuevos negocios y residentes de la zona.
El relato de Lacayo resalta la transformación de la avenida Daniel Lemaitre, reflejando cómo los negocios familiares han dado paso a modernos establecimientos, y cómo los antiguos depósitos y almacenes se han convertido en parqueaderos y otros desarrollos urbanos. Esta evolución es un testimonio del progreso y los cambios económicos que ha experimentado Cartagena.
A pesar de estos cambios, es crucial preservar la memoria histórica de la avenida. Los recuerdos y relatos de residentes como José Lacayo son fundamentales para entender la evolución de la ciudad y valorar su patrimonio. Estos testimonios permiten mantener viva la historia de Cartagena y proporcionan una perspectiva sobre cómo la ciudad ha llegado a ser lo que es hoy. La Avenida Daniel Lemaitre sigue siendo un testimonio vivo de la tensión entre modernización y vida cotidiana en Cartagena. Sus cambios reflejan el dinamismo y la capacidad de adaptación de sus habitantes. A medida que nuevos desarrollos continúan transformando la avenida, es crucial recordar y valorar el pasado, garantizando que la memoria de estos lugares perdure para las futuras generaciones.