Casa della Pasta, Italia en Getsemaní

SABOR A MI

Mientras crecía en Emilia Romagna, región italiana conocida por su riqueza gastronómica, Ignazio Culicchia veía que cocinar en familia era como la vida misma. En vacaciones sus tías y sus familias dispersas por otras regiones se juntaban a compartir preparaciones y mesa. Esos sabores a Italia son los que se pueden probar todos los días en la calle de la Magdalena, en Getsemaní. 

Con su esposa, Erika Batova, habían venido de vacaciones a Cartagena, al tiempo que acababan de decidir si iban a regresar a Europa tras unos años en Panamá, donde tenían un restaurante en sociedad. Ignazio volvió del viaje con una vaga intuición de que las cosas podrían funcionar acá. Regresó una semanas, pero con mirada de negocios: quería saber si había buenos restaurantes italianos y los costos generales para montar uno como el que quería. 

“Había muchos con nombre italiano, pero sin la comida ni el sabor originales. Pensé que esta apuesta podía funcionar”, rememora Ignazio. Al regresar a Panamá, donde Erika se había quedado al frente de la liquidación de la sociedad, le propuso: —Vamos a probar—. 

Aquí comenzaron en 2017, en Quintal, que agrupaba a varios restaurantes en El Pedregal, pero la propuesta solo funcionó unos meses. Al regresar de trabajar, Ignazio y Erika solían pasar por la calle de la Madgalena, que no les gustaba mucho para esa nueva locación en la que ya estaban pensando. Sin embargo, resultó que el dueño del hotel Casa Ébano había quedado encantado con la comida que les probó en Quintal. Les propuso instalarse en un local que tenía disponible a la entrada del hotel.

¿Por qué no?, se dijeron ambos y se pusieron manos a la obra. Ignazio es ingeniero hidráulico y tiene como lema que lo que otro hombre puede hacer con su manos, él también puede hacerlo.  “Con voluntad se puede hacer todo, sin la voluntad queda muy difícil”. Así que comenzaron a concretar las ideas con una guía fundalmental de inspiración: insertar en un contexto colonial español el estilo italiano contemporáneo, que no teme combinar lo antiguo con lo nuevo.

Pero el espacio, siendo encantador, no es el principal argumento. La comida, sí. La fórmula es sencilla, pero muy difícil para quien no creció oliendo los aromas y aprendiendo los pequeños secretos con la abuela: una experiencia semejante a la que se comería en una reunión familiar en la bota itálica. Voces conocedoras coinciden en que el sabor de esta cocina es el mismo que se consigue al otro lado del Atlántico. El respeto por los ingredientes es fundamental. Se enorgullecen de sacar de las alacenas los productos importados con que preparan sus platos. Sin eso, piensan, no sería posible lograrlo.

El éxito fue inmediato. Abrieron en diciembre de 2017 y al tercer día el restaurante estaba lleno. Además de la comida les ayudó una buena temporada turística y un nombre simple y directo en lo que quería ofrecer.  También los precios, que hoy rondan en los 35 mil pesos para un plato de pasta, que no se antoja excesivo dada la experiencia gastronómica y la escala de precios de otros restaurantes en la ciudad. 


Casa della Pasta
Calle de la Magdalena. Hotel Casa Ébano.
318 689 96 11