Esteban Cortázar, el reconocido diseñador colombiano echará la casa por la ventana en la calle del Espíritu Santo con una iniciativa que lleva meses trabajando y en la que participarán decenas de marcas y creadores.

Se trata de un tienda efímera (pop up) que durará solo un mes -del 20 de diciembre al 20 de enero- y cuyo punto culminante será una fiesta para la calle y sus invitados el 27 de diciembre, cuando lanzará la segunda colección que hizo en colaboración con Seven Seven, la cadena de tiendas de moda.

“Después de buscar y buscar encontramos el lugar perfecto en esa calle, cuyo nombre además me encanta. Siempre me ha inspirado el Getsemaní por su autenticidad, su vibra y la mezcla de su gente. Es donde se siente la creatividad y te transporta a otro tiempo lleno de magia, color, arte y de la verdadera Cartagena”, nos dice el diseñador desde París donde reside buena parte del año. En Cartagena, pasa una temporada al año y la reconoce como suya desde niño pues su padre, Valentino, vive acá hace décadas.

“La colección incluye todo lo que imagino al pensar en Cartagena y en su vibrante y sensual actitud. Los vestidos evocan la idea de bailar salsa, estar enamorados o en la comodidad y despreocupación. Estoy muy inspirado por darle vida a este proyecto y por celebrar mi amor por el Caribe, el Mediterráneo y el realismo mágico de mi amada Cartagena”, dice Esteban. La colección está compuesta por 79 piezas para hombres y mujeres. Estará en más de 20 tiendas de Seven Seven y tendrá precios para el gran público.

Más allá de la colección lo que buscan es una experiencia global, que han llamado “Donde Esteban 77”, que incluye descubrir sabores locales y buenos tragos del bar barranquillero “El Tropical”, artesanía local, y encontrar una selección de arte y objetos de muy distintos lugares del mundo y seleccionados por el diseñador.

Entre los principales referentes de las texturas y motivos de las telas de la colección están el arte urbano, representado por Popular de Lujo; el trabajo artístico de su propio padre; el paisaje de Es Vedrà, una isla cerca de Ibiza; y el arte gráfico de Jorge Montesdeoca.