En el Centro Comercial Getsemaní la ida late de muchas maneras. Hay tantos locales -distribuidos como si fuera un barrio con sus calles internas- que se pudiera pasar todo el día dentro suyo reparando un computador, en la peluquería, consultando a un abogado o a un contador, comiendo aquí y allá, comprando artículos importados y artesanías del país y todo lo que cabe en tantos comercios.
La primera fase se empezó a construir en 1986, por el lado de la calle Larga. Ya completado el CC Getsemaní tenía tres entradas: las actuales de la calle Larga y la de frente al parque Centenario y una que daba a los viejos teatros. Es decir: un cruce de caminos perfecto. Sin embargo, con el cierre de los cines se selló aquella entrada.
No fueron tiempos fáciles los de 1988, cuando se abrió al público. La clientela no llegaba con facilidad y los locales de demoraron un poco en abrir todos. Pero como eran pocos y no había un dueño en común había un sentido de vecindad y de barrio que todavía se mantiene y le da su propia personalidad: un lugar con muchos colores, avisos, personajes. Un mundo bastante auténtico con un gran sabor local.
“Yo me críe en este centro comercial y a la casa íbamos era a dormir. De pequeños veníamos a armar las bicicletas, a estar pendientes de la mercancía, que no cabía en el local. Incluso hasta los 24 de diciembre. Nuestra Navidad eran los juguetes que no se vendían”, recuerda Diana González, hija de doña Isabel Ensuncho, fundadora de Variedades Elena, uno de los primeros locales en abrir. “Cuando era niña yo me la pasaba sentada en una silla porque estos pasillos estaban solos. Pasó el tiempo y empezaron a llegar más niños, hijos de los otros propietarios”.
Diana añora esa sensación de vecindad de otros tiempos. Incluso varias veces organizaron paseos en los que los comerciantes llenaban un bus alquilado para irse a alguna playa. Luego las cosas mejoraron mucho, incluso para su propia familia, que con el paso de los años fue comprando más locales que ahora arriendan.
Como ellos, otros de los pioneros fueron comprando locales. Hoy el arriendo de uno sencillo puede rondar los 600.000 pesos y entre 50 y 60 millones de pesos para comprarlo, siempre con el tema de la ubicación como factor determinante para establecer el precio.
Marta Díaz recuerda que: “Al inicio sólo había unos seis o siete locales abiertos. Nada más: los de los Rosales, el restaurante en un segundo piso, una whiskería, una ferretería y un almacén de ropa. Por eso decían que era un cementerio. A pesar de ser tan poquitos locales yo comencé con el pie derecho. Lo bueno de todo es que como tenía tres entradas eso era maravilloso, porque la gente que entraba a cine también entraba acá, aunque solo hubieran ese poquito de locales venían a buscar cosas específicas, entre ellos mi peluquería”.
“Después en las tardes a entrar a las familias a recrear a sus hijos. Infaltable la heladería Alba. ¡Ojalá y se repitiera! Aquí había un parque de recreación, el más hermoso de Cartagena: había unos carruseles, caballitos, la ola marina. Había un restaurante muy bueno y unos palos de mango que eso era una frescura deliciosa. Esto era hermoso. Para mí iba a ser el mejor centro comercial de Cartagena”, recuerda Marta.
“El centro comercial como tal no ha cambiado, pero sí los comercios. Cuando llegué eran más los locales de peluquería, después fueron entrando los computadores y las artesanías. La gente no daba un peso por él y ahora muchos quieren tener un local acá. Este centro comercial ha revivido: antes era pesado, pero ahora hay más flujo de personas, sobre todo turistas”, cuenta Enoc Martínez, de Artenoc.
Y en ese cambio de época hay una inevitable tensión entre lo tradicional -esa vocación de pequeño barrio y de pasaje comercial que todavía defienden muchos de los propietarios- y la necesidad de evolucionar de acuerdo a los cambios de Getsemaní y del público que llega. Por ejemplo, la profusión de turistas no era algo contemplado en aquel lejano 1988, pero ahora se expresa en un creciente número de locales dedicados a la artesanía, por ejemplo.
Quien desde hace tres años debe gestionar ese cambio es Karina Puerta, la actual administradora, quien venía de estar al frente del centro comercial Los Ejecutivos. Ella ha puesto su esfuerzo en potenciar todo lo que puede dar este espacio de más de diez mil metros cuadrados, con más de 300 parqueaderos, en el corazón de una ciudad del nivel turístico de Cartagena. Eso la ha llevado a organizar eventos y novedades para celebraciones como el día de la Madre o el Padre, con el primer campeonato de dominó, que es el juego preferido allí.
Sin embargo, un tema que le retrasó los planes al llegar fue la caída de viejo balcón de la casa que es el ingreso frente al parque Centenario. “Abajo había gente y por suerte se corrieron antes de que se desplomara” cuenta ella. Esa renovación, con todo el manejo puertas adentro -porque tocó cerrar esa entrada y se bajaron las ventas- y puertas afuera le ocupó mucha energía y trabajo.
Ahora tiene la mira puesta en el fiestas novembrinas, a las que el centro comercial ha brindado apoyo, entre otros con un desfile con las candidatas al reinado de la Independencia. “¡Esta es la casa de ellas!”. También se prevé la inauguración de un show room para bodas, que pronto inaugurará Viva Flor, uno de los comercios más antiguos y que más ha crecido dentro del centro comercial.
Restaurante Rico Sazón
Donaldo Sotelo: “Tengo aproximadamente 20 años de estar en este Centro Comercial. ¡Hace rato! Este negocio era de mi papá y me lo entregó para manejarlo. Durante este tiempo he tratado de mantenerlo y mejorarlo. Lo que sí hemos mantenido es la buena comida y la buena atención. Yo empecé vendiendo desayunos y almuerzos, pero me quedé con lo que más se mueve que son los almuerzos”.
Lunes a sábado de 8:00 a.m. a 4:00 p.m.
Floristería Viva Flor
René Ceballos: “Comenzamos en el centro comercial desde 1990. En ese momento este lugar se encontraba solo. Llegamos como una distribuidora de flores porque había muchos vendedores de flores ambulantes en el centro y vi una oportunidad de negocio. Después, viendo la buena demanda, ocupamos un segundo piso. Lo que nos ha hecho referente es que empezamos a darle refrigeración a las flores: cuando llega el cliente tiene flores frescas”.
Lunes a sábado de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.
Celular: 304 3473148.
Papelería Mapy
María del Pilar Puente: “Estoy en el Centro Comercial desde el 2001 con mi papelería cumpliendo las necesidades de las personas en temas escolares y de oficinas, ya que este sector hay muchas”.
Domingo a domingo de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.
Peluquería Marta.
Marta Díaz Bedoya: “Tengo unos 29 años de estar trabajando acá. Inicié como peluquera haciéndole unas vacaciones a una compañera y me fue muy bien. Siempre me criticaron que esto no daba dinero, pero tiempo después terminé comprándole el negocio a la señora que me había contratado. Cuando inicié todo estaba comenzando. Recuerdo mucho al señor Rosales, de la confitería de al lado; un almacén de ropa; a la señora Elena, que también comenzó con un puesto de belleza. Alguien me dijo que cómo era posible que yo fuera a comenzar mi negocio en ese cementerio. Le dije que sí y que iba a ser el cementerio más famoso de la ciudad. ¡Este es el cementerio más vivo de todos!
Lunes a Domingo de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.
Vambw ‘La caleta del sombrero’
Aldemar Carvajal Orozco: “Estoy en el Centro Comercial desde el 23 de octubre del 1993. Yo viví en Getsemaní gran parte de mi vida. De hecho, tengo tres hijos getsemanicenses. Yo llegué acá de turista, me dio por ponerme a trabajar en la calle, en la playa y un día cualquiera se me dio por montar un local, me casé con mi mujer y un día con nuestros ahorros empezamos en firme a ser comerciantes de artesanías y hoy, de sombreros”.
Domingo a domingo de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.
Teléfonos: 6644792 - 3167475471.
Tienda Naturista Oasis de la Salud
Sir Nayr Gracian: “Tengo 24 años de estar en este lugar. Yo traía mercancía constantemente de Maicao, pero en una ocasión me di cuenta que no quería estar más allá y vi la oportunidad de quedarme en Cartagena. Cuando llegué al centro comercial empecé vendiendo whisky y cigarro. Después vi la oportunidad de pasarme a vender productos naturales y gracias a Dios con eso he mantenido a mi familia”.
Domingo a domingo
Teléfonos: 316 3974589 - 67991080.
Arte Marquetería
Ernesto Romero: “Siempre he trabajado acá desde la parte artística. Al inicio los cuadros que vendía se los compraba a proveedores, pero por cosas de la vida me tocó aprender a pintar, aquí mismo, en este espacio. Soy autodidacta. Un día llegó un señor con su esposa, yo le mostré ocho opciones y él le pregunta: -Mi amor, ¿cuál te gusta? y ella responde: -¡Todos!- y se terminaron de llevar los ocho cuadros”.
Domingo a domingo de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.
Celular: 3114268490.
Artenoc
Enoc Martínez: “Tengo 18 años de estar trabajando en el centro comercial. Empecé aquí porque mi hermano ya tenía un negocio constituido y me cedió el local donde hoy me dedico a la venta de artesanías. Hay una anécdota muy bonita y es que alguien me compró un reloj artesanal y por cosas de la vida llegó a manos de la Primera Dama. En una ocasión me llaman de la Presidencia de la República, en el gobierno de Santos, porque la primera dama quería agradecerme por ese regalo, incluso me mandaron una placa. Yo no sabía que estaba pasando, solo sé que el reloj llevaba una marca con los datos de mi negocio y por eso me contactaron”.
Lunes a sábado de 9:00 a.m. - 7:00 p.m.
Domingos de 10:00 a 2:00 p.m.